Las diez tesis medulares dictadas a sus discípulos por el maestro Yang Cheng Fu.

1.XU LING DING JING

La expresión Xu Ling Ding Jing (guiar el poder del vacío a la cúspide de la cabeza,) nos evoca literalmente al Jing que llega al cerebro nutriendo el Yi y avivando la lucidez del Shen  Para entender este acierto debemos recordar que el canal Zhong Mai  enlaza el flujo de Yin y Yang que se rebobina en las órbitas externas de los meridianos Du Mai  y Ren Mai . Cuando la espina dorsal está bien ubicada y la pelvis yace basculada hacia delante el eje de fuerza ancestral emanada de los riñones abre la puerta de la lucidez, la clarividencia y la reacción instintiva. Para actuar desde el vacío debemos aprender a conectarnos con la conjunción de hálitos que enlazan al hombre con los campos energéticos del Cielo y de la Tierra. Es obvio que si tenemos la capacidad de cultivar el espíritu para retornarlo al vacío disolveremos definitivamente la distinción entre nuestra persona y la que a menudo establecemos con el oponente, controlando sus acciones desde la vacuidad de la mente. Acceder a esta fuente de interacción con el universo es romper de golpe los límites del Ego y entrar en el recinto sagrado de la espiritualidad. Si evaluamos la intención de un contrincante con las limitadas reseñas importadas de nuestro raciocinio, estaremos sucumbiendo a los inacabables lazos de Yin y Yang. En esta lógica inferencia avalada por los sentidos físicos caeremos en los juicios engañosos y la imparable mezcla de los contrastes. No obstante, el kungfu superior no es una suposición reflexiva y mucho menos un cálculo aproximativo sopesado desde nuestras bases intelectivas, sus reflejos nacen de una consciencia interior que no necesita de criterios preconcebidos para exteriorizar una respuesta precisa. Es bien sabido, por muchos de lo que hemos estudiado los pilares del pensamiento chino, que Taiji es Yin y Yang en movimiento, pero su núcleo intemporal germina desde Wuji . En Wuji no hay polaridades, hay flujo e infinitas potencialidades. Por lo tanto, si combatimos sumergidos en Yin y Yang seremos víctimas de las mutaciones, de la antítesis de sus correspondencias, de la disparidad de sus posibilidades; pero si aprendemos a sintonizar el corazón con el estado de universalidad que llevamos dentro, nos descubriremos saltando al precipicio cuando ya hayamos alcanzado el extremo opuesto del abismo. Como bien sentencia un pensamiento:“¿cómo podría ignorarse en el entrenamiento el uso de la cintura y la ubicación de la cabeza? Si descuidas esto, todo tu kungfu será en vano” . Guiar el poder del vacío a la cúspide de la cabera es como enchufar la sensibilidad a una corriente de alto voltaje que proporciona una instintiva capacidad de reacción y una poderosa alquimia de esencia, energía y espíritu.

 

Copyright © - Shifu Tony Rey García

Viena 20 de marzo - 2017 

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