VIVIR EN ARMONÍA SOLO DEPENDE DE 4 CAPACIDADES
La Naturaleza ofrece una simple pero fundamental enseñanza; todo sucede por virtud de solo cuatro fuerzas vitales bien diferentes, expresadas en 1) la creatividad de la primavera, 2) la productividad del verano, 3) el recogimiento y movimiento descendente del otoño y 4) la potencialidad latente del invierno.
Estas fuerzas podrían ser referidas como: 1) la fuerza del “abrir”, 2) la fuerza del "hacer", 3) la fuerza del "cerrar" y 4) la fuerza del "no-hacer". Las características comunes más destacadas son la pertinencia de actuar en el momento necesario, la disponibilidad permanente y la complementariedad.
Por tanto quien desee vivir en concordancia con la Naturaleza tal vez deba analizar lo siguiente y ser en consecuencia...
• (Fuerza del abrir) ¿Qué lugar tiene lo nuevo en mi día a día? ¿Me permito salir de mis rutinas y mis creencias para hacer algo verdaderamente novedoso, loco, inesperado, quizás contradictorio con mi forma de pensar y actuar?
• (Fuerzas del hacer) ¿Cuánto sostengo el esfuerzo y la voluntad independiente de las influencias del entorno, para continuar avanzando hacia mis metas, deseos y sueños personales?
• (Fuerzas del cerrar) ¿Qué lugar tiene la revisión de lo viejo en mi día a día? ¿Me he permitido crear el hábito y la rutina de la reflexión acerca de las cuestiones importantes de mi vida?
• (Fuerzas del no-hacer) ¿Cuánto sostengo la espera y la sensación de incertidumbre, para permitir que los acontecimientos puedan completar su etapa de gestación convenientemente?
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