TRANSFORMACIÓN,
EL
SENTIDO
DE LA
PRACTICA
Maestro Tung
Kuan Yen
Dedicado
desde hace más de 25 años a la
enseñanza
del Tai Chi Chuan, el Maestro
Tung Kuan
Yen, sagaz y perspicaz
observador,
nos orienta, con sencillas
palabras y
profundas verdades en nuestro
camino de
crecimiento a través de la
práctica del
Tai Chi Chuan.
Mucha gente
conoce el Tai Chi sólo a
través de la
imagen de un grupo de personas
practicando
en un parque. Generalmente, un
grupo de
personas de avanzada edad o con
problemas de
salud y de debilidad, que
practican el
Tai Chi como una rutina de
gimnasia que
les ayuda a mantenerse.
También,
desde su otra vertiente, el Tai Chi es
entendido, a
veces, desde un punto de vista
fantástico o
fantasioso, como un arte marcial
que
desarrolla capacidades increíbles...
Tanto un punto de vista como el otro, no son
muy correctos, están distorsionados, no se
corresponden
con la realidad del Tai Chi. En realidad, el Tai Chi, es una disciplina muy
sencilla, pero a la vez, muy práctica que,
efectivamente, puede mejorar nuestro nivel de salud
así como
desarrollar capacidades de defensa o habilidades marciales de alto nivel. El
Tai Chi,
por lo
tanto, no se reduce sólo a lo que en más de una ocasión hemos contemplado en
los
parques...
El Tai Chi
es un arte, un camino, un conocimiento de la relación entre el cuerpo,
la
mente y la
salud. Por ello, para practicar Tai Chi
, hay que tener una actitud muy legal, real,
sencilla,
honesta, normal... no hay que pensar demasiado en las habilidades internas tan
propugnadas
en las películas, donde un golpe de energía hace que alguien salga despedido
por
2
el
aire... tampoco reducirlo sólo para un
colectivo de personas mayores que practican en el
parque para
mantener su equilibrio corporal, es decir, el equilibrio cuerpo-salud.
En los
parques observamos que algunos grupos
practican diferentes estilos de
movimientos... esto ha contribuido a crear una imagen
distorsionada del Tai Chi. Por un lado,
se entiende
que el Tai Chi es la práctica de una secuencia de movimientos llamada forma,
que
varía según
las peculiaridades de cada estilo, y que generalmente se practica de manera
lenta y
suave.
Así, la
gente empieza a practicar y a aprender como si aprendiera un ejercicio, pero no
entienden
qué es el Tai Chi. El Tai Chi Chuan, viene de una práctica
interna, que tiene como
objetivo
hacer crecer la energía interna, y es de ahí, debe ser de ahí, de dónde tiene
que nacer
el
movimiento. Y la energía viene del Tan Tien,
por lo tanto, el Tai Chi es el trabajo
localizado
en el Tan Tien, la llamada de esa energía, su cultivo, para que crezca y,
después, de
allí,
nacerán los movimientos. Es decir, los movimientos tienen que salir del centro
del cuerpo,
de la zona
llamada Tan Tien, y llegar hasta las
extremidades, hasta las puntas de los dedos,
como si
fuera agua, similar al funcionamiento de un sistema de irrigación: inundar el
cuerpo
con la
energía del Tan Tien. Este trabajo no se puede hacer con fuerza, con tensión...
tampoco
podemos
simular que se proyecta la energía hasta el puño, cuando en realidad, tan sólo
es una
recreación
de la mente, una simulación. Cuando la energía todavía no tiene la capacidad de
llegar hasta
allí fantaseamos con la mente y con nuestra práctica. Esta es la situación de
muchos
practicantes.
Muchos
practicantes tienen una actitud errónea ante la práctica, una actitud
equivocada.
No entienden
qué practican, no se preguntan qué estoy aprendiendo, y sobre todo, no se
preguntan a
sí mismos ¿por qué estoy aprendiendo Tai
Chi? Para rectificar esta situación,
es necesario
que el practicante conozca la teoría que sustenta la práctica del Tai Chi,
tiene que
saber cómo
funciona, y tiene que conocer su método, ¿cómo se practica?, pero sobre todo,
¿por qué se
practica?...
TAI
CHI: PRACTICAR PARA TRANSFORMAR
TRANSFORMAR
LA MENTE: La mayoría de personas no pueden permanecer en un estado
de verdadera quietud, su mente no puede sostener ese estado por mucho
tiempo... Es más, la
mayoría de
los practicantes, depositan la atención de su mente en la memorización de los
movimientos
del cuerpo al hacer las rutinas de Tai Chi Chuan. Están por ello muy contentos,
con una
sensación muy agradable, porque les parece que con su atención movilizan la
energía...
Efectivamente, el cuerpo se mueve, pero con ese movimiento no nace la quietud
de la
mente... por lo tanto, la energía no se manifiesta
desde la quietud. Por eso, una de las primeras
enseñanzas
que siempre recuerdo, es “no te engañes
a ti mismo”, en serio, hay que ser honesto
con uno
mismo, hay que buscar sentir la energía,
no imaginar sentirla, volver siempre al punto
de inicio si
nuestra mente se dispersa, ser honestos en reconocer estos vaivenes de la
mente, y
aprender
poco a poco a reconducirlos, con ternura
pero con determinación, pero sobre todo,
hay que
aprender a no engañarnos a nosotros mismos. No hay que negar esta dispersión,
al
contrario, es básico reconocerla para poder
transformarla... esta es la primera
enseñanza
básica para
madurar, para progresar y transformar, no engañarse a uno mismo.
3
TRANSFORMAR
LA ENERGÍA: Transformar la energía sería el equivalente de cambiar el
sistema de
propulsión, de generación de energía de un motor, de un motor de coche, por
ejemplo. Si hasta ahora el coche (cuerpo) ha
funcionado con un sistema de generación de
energía
(motor) que desgasta, contamina, es poco equilibrado y tiene evidentes efectos
secundarios
(tensión muscular, “intoxicación” de adrenalina, elevada presión sanguínea,
mente
inquieta y
repetitivo-obsesiva, transformación del humor y del carácter...) el objetivo de
la
práctica es
el ser capaz de funcionar, de generar y gestionar nuestra energía interna de
una
manera más
equilibrada, con un método o sistema más efectivo y limpio, que genere menos
desgaste y
menos toxicidad (física y mental) y que, además, sea de fácil mantenimiento...
Por ello,
una de las primeras “herramientas” de las que dispone el Tai Chi para
conseguir este
objetivo, es la meditación.
Meditación:
La mayoría de las personas conocen la meditación como una técnica para
apaciguar la
mente. Muchos practicantes de Tai Chi, siguen sin entender, todavía, la
necesaria
relación
entre la practica del Tai Chi y de la Meditación. Para ellos, son dos caminos
diferentes,
opuestos si cabe, y que no tienen nada que ver. La meditación en Tai Chi es muy
importante:
Por un lado, incide directamente en el trabajo
de transformar y limpiar la mente,
aportando
quietud y creando un lugar donde el practicante puede reencontrarse con una parte
de sí mismo:
la mente natural, esa parte de nosotros libre de la dualidad, la tensión, los
apegos y las
ideas recurrentes.
Por otro lado, la meditación en Tai Chi Chuan,
es utilizada como una verdadera
herramienta
de cultivo de la fuerza interna del Tan Tien. Este trabajo de cultivo de la
energía
tiene dos
niveles:
En el primer nivel, la meditación en el Tan
Tien se basa
en la respiración, inspiramos por la
nariz,
espiramos por la boca (respiración
abdominal)
mientras
“adiestramos” a nuestra intención, nuestra
mente, a
permanecer en el Tan Tien. En una
segunda
etapa de este primer nivel, podremos incluso
invertir
el patrón
respiratorio, es decir, desarrollar la
“respiración
invertida”, verdadero campo de cultivo
de la fuerza
interior.
Segundo nivel: El trabajo de la
meditación
evoluciona
hacia una respiración interna, una respiración avanzada, una respiración por
zonas.
Es el propio
Tan Tien, campo de energía, el que respira. Otras veces pueden ser otras zonas
de
energía,
chakras o incluso órganos, los que respiran directamente, sin utilizar el
recorrido de la
nariz. En un nivel más avanzado, son las zonas las
que respiran directamente, el aire no entra
por la
nariz, no sale por la boca, parece casi que no se respira, que se ha dejado de
respirar,
pero
realmente estamos en el Tan Tien, respirando desde dentro del Tan Tien, este es
el
verdadero
sentido del concepto de respiración interna... especialmente cuando nosotros
estemos
meditando, en posición sentados, en ese momento es más fácil respirar directo,
desde
esta quietud
del trabajo, si podemos permanecer tranquilos, serenos, presentes en el Tan
Tien,
concentrados
en la quietud, de manera automática, autónoma, el trabajo irá cultivando la
energía, y
la energía irá creciendo y acumulándose... será más fácil hacer el salto, el
progreso...
hacia la
energía natural.
4
Por
tanto el Tai Chi es un camino de búsqueda y de conexión con la energía
natural.
Para ello, los maestros nos han dejado una tradición, una investigación, un
árbol de
conocimiento
de profundas raíces transmitido de generación en generación.
Por eso
nosotros, necesitamos desarrollar y diferenciar este trabajo de primer y
segundo
nivel. Para avanzar, necesitamos meditar con el
trabajo de la energía, no es una meditación de
tipo
espiritual, como el camino del budismo, hinduísmo o el taoísmo... no, en este momento,
es una
meditación que ejercita, que trabaja y entrena el trabajo del Tan Tien. Una
meditación
para
realizar un trabajo físico...Para llegar al segundo nivel, tenemos que trabajar
unidos a la
energía de
la naturaleza. Se trabaja desde el vacío, del wu chi, porque realmente,
legalmente,
todo el Tai
Chi viene y crece desde el wu chi.
Este trabajo se llama el cultivo de la energía
natural. En realidad, es el cultivo de una energía tan
potente, que es el equivalente al trabajo
de
descubrimiento de la mente natural.
TRANSFORMAR
EL MOVIMIENTO
Cuando
tenemos este trabajo de cultivo es
cuando
podemos
empezar a mover, de manera real, esta energía.
Esta
energía, a veces, se puede manifestar también de
manera
automática como un temblor en mi cuerpo, o en
forma de
giros. Es entonces, en este momento, cuando
puede salir
de una forma natural. Esta forma natural
puede
manifestarse casi sin forma, es decir, la mano
puede
adoptar un gesto o una postura incluso más similar
a una danza
que al Tai Chi, pues la expresión de la
energía ya
no precisa de las formas: está madura y puede
manifestarse
espontáneamente con cualquier gesto o
movimiento,
casi sin técnica. Este es el concepto de
forma
natural. Pero esto no sirve para
combate, no sirve
para un arte
marcial. Para desarrollar la habilidad de
ejecutar
formas con la energía interna, o para desarrollar
los niveles
de defensa marcial realmente internos,
tenemos que
poner esta energía en los movimientos,
tenemos que
llenarlos y entonces, como si fuera un Tao
Yin, utilizar esta energía, manejar esta energía,
conducirla hasta las manos, hasta las
piernas,
hasta mi movimiento, hasta mi técnica... Lo que yo quiera hacer con mi técnica,
tengo
que hacerlo
pero utilizando esta fuerza interna con la
totalidad de mi cuerpo...
Tao
Yin: En el primer nivel de Tao Yin
tienes que mantener la energía en el Tan
Tien. Tienes que tener, tienes que
experimentar la energía en el Tan
Tien. Sentir un poco de
energía o
calor en el Tan Tien, o sensación de plenitud o movimiento. Cuando tienes esta
sensación,
cultiva este trabajo.... Entonces puedes inspirar desde el Tan Tien y llevar esa
energía a
través de las extremidades a los dedos, a la periferia...en este momento hay
que
imaginar que
desde el Tan Tien sale energía hasta los dedos. Este camino, hay que crear este
camino: Tan
Tien, hombro, codo, muñeca, dedos... este recorrido de la energía... este tipo
de
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trabajo,
este tipo de ejercicio es el que nos permite, nos ayuda, a que podamos manejar,
conducir la
energía... esta forma de trabajo, este
tipo de cultivo se llama Tao Yin....
Entonces
cuando tenemos este trabajo, todos los movimientos, de manera automática pueden
moverse con
esta energía... podremos poner esta
energía en una técnica para ayudar a
conducirla,
dirigirla, encaminarla, manejarla... hasta la mano, hasta la piel, hasta el
movimiento
o la técnica
que queramos utilizar... la técnica que yo utilizo, tiene que alimentarse de
esta
fuerza interna... la técnica toma su energía de la
energía interna del Tan Tien. Esta es
una
teoría, una
razón de dónde viene la eficacia y la
fuerza interna del Tai Chi Chuan.
Cuando tenemos esta energía de fondo, si sabemos utilizarla y conducirla, crece, se
transforma
y madura
nuestra práctica del Tai Chi Chuan , sea cual sea el estilo que
practiquemos...
pues esta es la verdadera esencia del Tai Chi.
Esencia: Lo que yo quiero
poner de
relieve, es la importancia de
la Esencia
en la práctica del Tai Chi
Chuan. Y es
esto: fisicamente, tienes
que mantenerte
flexible, tienes que
relajar y
juntar las articulaciones,
como una
unidad. Por ejemplo,
expandir ...
¿cómo expandir?
Expandir
viene de tener la intención
centrada en
el Tan Tien, que es el
centro
energético de nuestro cuerpo.
Cuando quieras
expandir, primero
inspira,
contrae, y luego expandes
desde el
centro del Tan Tien hacia las cuatro ramas: hombro-cadera, codo–rodilla,
muñecatobillo... expandir juntos,
contraer todo junto, esto se llama Yin Yang... Si separas la idea de
inspirar -
expirar de los movimientos expandir - contraer y tu intención no es consciente
de las
áreas centro – periferia... entonces, no estás
entrenando en “modo” Tai Chi, y además,
se te
plantea un
gran problema: ¿cómo relajar? Todo el
mundo habla de esto, pero ¿cómo se relaja?,
¿de qué se
compone la relajación?, ¿qué es relajar?, ¿cómo relajo o no relajo?... Esto hay que
experimentarlo. Mucha gente practica la forma sin sentido,
como sin sentirse... nada de
sentido de
si mismo, no hay emoción, no hay energía en su práctica, no hay sangre... su
cuerpo
su emoción,
su ánimo, su energía, tiene que notarse, además tienes que sentir tu sangre
llenar
tus
manos... pero si el practicante no
visualiza su cuerpo, ¿cómo puede entender lo que está
haciendo? ¿Cómo puede entender cómo es relajar?...
¿estoy relajado o no?.... Todos los
movimientos
tienen que incluir, entrenar y entender su
visualización, como si fuera un
movimiento
de meditación, esa es la esencia del Tai
Chi, de la forma del Tai Chi... Si no
practicas
así, aunque practiques formas de estilo tradicional, serán movimientos de
cáscara
vacía, pero
si practicas así, aunque tú no conozcas una forma tradicional, si tú incorporas
ese
nivel de
conciencia a cualquier movimiento que hagas, entonces estarás “haciendo” con
conciencia
de Tai Chi...
Forma: ¿Por
qué necesitan ser practicados tan suaves, tan lentos, todos los
movimientos
del Tai Chi? Porque se necesita tiempo, se necesita
relajar, dar espacio, dar
tiempo para
que desde el Tan Tien, la energía pueda dirigirse, gracias a la intención, a la
idea,
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pueda
dirigirse hacia la parte del cuerpo que estemos trabajando. Es por este motivo
que el Tai
Chi necesita
practicarse de manera tan lenta, tan suave, no es porque sí, por capricho, por
tontería...
se precisa de la lentitud para dar tiempo a inspirar desde el Tan Tien y a
expirar
desde el Tan
Tien, expandiendo la energía hacia la periferia, hasta los dedos... de ahí la
necesidad de
la lentitud, de la suavidad de la practica.
Todo esto es
una teoría, una razón de por qué, de dónde viene el Tai Chi Chuan.
Cuando viene
de la energía del interior, si nosotros sabemos utilizar esta energía tan
potente,
entonces
crece nuestro Tai Chi Chuan. En cambio, en el interior, si no se tiene esta
energía, no
se tiene
potencia, no se tiene calidad de arte marcial... Esto no sólo se refiere al Tai Chi
Chuan, todos
los estilos tienen que ser así... pero
los llamados estilos externos, están lejos de
ello, pues
no han entendido todavía la profundidad de estas prácticas... no lo incluyen en
su
teoría... pero en el fondo, la marcialidad tiene que
salir de aquí, no importa el estilo que se
practique... por eso, los practicantes de Tai Chi tienen
un nivel muy alto, porque el Tai Chi sí
que tiene
esta teoría original, del origen de la fuerza... como Yin y Yang... expandir-contraer,
el círculo,
redondo y vacío... es como una fuerza... es una teoría del concepto y del
origen de
la fuerza...
una teoría filosófica del origen de la fuerza, una disciplina teórica de la
fisica...
pero sobre
todo, incluye una teoría del concepto
físico de la fuerza circular... no sólo de las
fuerzas
lineales...
TRANSFORMAR LA FUERZA
El trabajo
básico de expandir en ida y vuelta desde el centro, Tan Tien, hasta las cuatro
ramas
(extremidades), y el hábito de generar esta secuencia de forma constante, como
una
pulsión
interna de la energía que se produce con cada movimiento... unido al trabajo de
estiramiento,
de flexibilización del cuerpo, consiguen desarrollar la habilidad de
expandir la
fuerza, como
si la energía fuera un muelle... Esta
habilidad es una de las características
internas del
Tai Chi, y debe estar coordinado con el trabajo corporal desde el centro hasta
las
cuatro
ramas, estiramiento de los tendones y músculos, y con la utilización de los
anillos
energéticos
o áreas del cuerpo (cadera, cintura, hombro).
Para desarrollar estas habilidades,
nosotros
tenemos las 8 técnicas, dónde se
trabajan las diferentes direcciones. Pero aunque se
llaman las 8
técnicas, también conocidas como las 8 fuerzas, en realidad, la fuerza interna
es
una y sólo
una. Siempre una, independientemente de cualquiera de las 8 direcciones que
pueda
adoptar.
Esta fuerza única se llama Peng Ching, es una fuerza interna y sólo se consigue
con un
completo
trabajo interno. Un completo trabajo interno con todo el cuerpo, no es con una
parte
del cuerpo.
Por eso, nuestro trabajo de las 8
técnicas es diferente del de las 8 direcciones.
Podemos
entenderlo si comparamos el cuerpo con un grupo de militares. Si el cuerpo es
entendido
como un grupo de militares, si entendemos el potencial unido de la fuerza del
grupo
coordinado a
la vez frente al potencial de un sólo individuo, es evidente que el resultado
no
tiene comparación
posible. Esta coordinación interna de la globalidad del cuerpo, como si fuera
un cuerpo
militar sincronizado y coordinado, es lo que se llama Peng Ching, es una única
fuerza
interna que se expande. Pero, ¿cómo crear la fuerza peng ching de manera
coordinada
en todo el
cuerpo?, ¿qué trabajo hay que hacer para conseguirla?... La transformación es
una
parte muy
importante del trabajo.
Primero una
energía de quietud... es el primer trabajo a desarrollar....después, empieza
el segundo
trabajo o nivel... empezar a mover esta energía... es entonces cuando con las 8
técnicas
empezamos a trabajar el movimiento: 7
peng: expandir la fuerza, su dirección es hacia
arriba. como la fuerza o la resistencia
del agua,
como la densidad de una ola. que es tan fuerte y tan potente que puede levantar
cualquier
cosa.... Idea-mente, siempre como una
ola, tan potente... Peng... como si pudiera
apoyar y
sostener un gran barco... inspirar-expirar, expandir arriba... idea-mente sube,
el
espíritu de
Peng es una fuerza de expansión.
li: Fuerza
desde delante hacia atrás... pero no es atrás en mi misma dirección, sino
detrás, pero
desviando de forma oblicua, lateral, tangencialmente, hacia la derecha o hacia
la
izquierda...
la fuerza de li es suave, muy suave. Su espíritu es suave, como el fuego, el fuego,
una llama.
Una lengua de fuego, en realidad sólo tiene la punta caliente, en la parte
central de
la llama no
quema... la llama de una vela sólo quema por la punta... si pones el dedo en la
parte
baja de la
llama o en la parte central, no te
quemarás... lo único que quema es la parte superior
de la
llama...
chi: Fuerza
de detrás hacia adelante... La idea de
esta fuerza, el espíritu de esta fuerza
es bruto,
como una energía salvaje, sin refinar, energía bruta... una fuerza muy directa, con
mucha
potencia... muy segura, con un propósito
muy claro... este es el espíritu de la
fuerza
chi...
An: La idea
de dirección de la fuerza an es hacia abajo. desde arriba hacia abajo es el
recorrido de
la fuerza an. El espíritu de la fuerza
an es un espíritu de ataque que parte de la
relajación y
envía la potencia hasta el fondo, hundiendo hasta el centro del pie.
Estas son
las características básicas de peng, li,
chi, an. Aunque este conocimiento no
es nuevo, ya
hay mucha gente que lo conoce, hay muchos libros dedicados a ello, mucho
trabajo de
divulgación sobre el tema, no sólo sobre
las 4 fuerzas principales sino también de
chai, lie,
chou, kao. Pero el desafío para el
practicante es la aplicación espontánea, natural del
espíritu de
las fuerzas en el momento adecuado y con la intensidad y dirección
convenientes. Y
aunque
muchos libros hablan de las fuerzas, nuestro trabajo consiste en cómo
transformar estas
fuerzas en y
dentro de mi cuerpo.... para ello,
tenemos que practicar con una idea muy clara.
Si no es
así, pueden pasar muchos años, hay mucha
gente que practica durante muchos años y
que no
entiende nada todavía, ¿por qué?, porque practican sin sentido, practican sin
la teoría.
Por ello:
primero:
relajar. Si no
podemos
relajar, no podemos
conseguir
energía.... pues la energía
del Tan
Tien, si no estamos
relajados,
no puede pasar tan
fácilmente
desde el Tan Tien hasta la
parte del
cuerpo donde necesito
utilizarla. Por ello, la primera y más
importante práctica: relajación...
segundo:
conducir. Tenemos
que
desarrollar la habilidad de
conducir la
energía, de manejarla,
como en el
Tao Yin... Por ejemplo:
llevar la
idea hasta el dedo para
8
llevar la
energía allí. Tenemos que sentirlo. Mucha gente practica sin sentido, por eso
muy
rápidamente
la mente marcha, y por ello también se va la energía. Si la mente marcha, la
energía se
va y si no hay energía, no hay posibilidad de que expresemos fuerza interna...
Cuando tenemos el verdadero trabajo del Tao
Yin, podemos relajar, pero relajar de
manera
auténtica y real, permitiendo, conduciendo la energía del Tan Tien hasta los
dedos...
Cuando somos
capaces de mantener este trabajo, esta costumbre, entonces, al mismo
tiempo
esta fuerza
de expansión sale automática.... y así podemos incorporar esta habilidad dentro
de
nuestro
trabajo de las 8 técnicas, las 8 fuerzas: peng, li, chi, an, chai, lie, chou,
kao y, después,
en el
siguiente nivel: los pasos.... Siempre, cualquier movimiento nace y se dirige
desde el Tan
Tien....y la
fuerza debe regresar a él, este es el
recorrido de la energía, como una ola... bang,
hasta la
orilla... como una ola que llega a la costa y retrocede para volver al origen
después de
golpear la
costa....Así debe ser la forma... como
el oleaje. La forma tiene que salir desde aquí,
y volver....
cada movimiento es una ola dentro de la ejecución, de la danza del
oleaje...
entonces, no
importa si estamos practicando una forma de estilo yang o de estilo
chen... no
importa el
estilo que practiquemos... lo que realmente importa es cómo mueves la energía,
es
decir, cómo
mueves tu energía...
TRANSFORMAR
DESTREZAS: MAESTRÍA MARCIAL
Con esta teoría, trabajamos las 8 técnicas y
los cinco pasos. Los cinco pasos
son,
avance,
retroceso, izquierda, derecha y centro.
Con los 5 elementos en los 5
pasos,
combinados
con las 8 técnicas y los cambios de dirección... generando la fuerza desde el
Tan
Tien y asentando
la conciencia en el centro, ya estamos trabajando las bases del Tai Chi
Chuan. Este
es el motivo de que a este conocimiento se le llame La esencia del Tai Chi.
Si el
cultivo de la energía del Tan Tien y su controlada expansión se llegan a dominar
de forma
adecuada, se verán complementados con la incorporación de la energía de la
naturaleza,
aspecto que, si evoluciona de forma correcta, nos llevará a experimentar y
entrenar
el dominio
del vacío. Vacío significa que, al final, nosotros podemos respirar sin
cuerpo. Ya
no
respiramos con una parte del cuerpo, el cuerpo ya es como vacío... Sólo con
tener una idea,
con esta
idea se moverán los movimientos... y la respiración... Así se puede conseguir que la
energía
entre sin obstáculos... Por ello, el dominio de las destrezas marciales,
evoluciona en
varias
etapas bien diferenciadas o niveles de maestría:
1. FORMA
2. MOVIMENTO
3. POSICIÓN
4. ENERGÍA
5. IDEA
6. ESPÍRITU
7. VACÍO
En Tui Shou
también son aplicables estos principios. Con el cuerpo demuestro cómo se
hace, por
qué se llama vacío... si una fuerza choca con nosotros, o la fuerza de otro nos invade,
entonces ya
tenemos una fuerza para mantener, para crear un vínculo. Si hacemos esto,
entonces
podemos utilizar su fuerza... Si
nosotros unimos idea-mente, intención, y nos
vaciamos...
entonces el otro, como un cuerpo atraído por la fuerza de la gravedad, cae en
el
vacío... Esta parte es muy difícil de entender, porque si no se practica en serio, si no se 9
investiga y
se experimenta en el cuerpo, es difícil de concebir y de entender. Pero esto es real,
existe, es
la manera correcta, legal, de trabajar las fuerzas y la defensa en Tai
Chi... Tenemos
que
practicar esta idea, investigarla, madurarla... Al principio en la práctica de
las rutinas de la
forma y en
cada movimiento de
expansión-contracción
de la
respiración...
En niveles
avanzados, esta
habilidad
debe desarrollarse sin
necesidad de
recurrir a los
movimientos
de la forma... Su
fuerza, mi
vacío, ése es el
vínculo...
unido a la idea, la
intención... sólo con que
tengamos la
idea... entonces, de
manera
natural llega la energía....
en este
momento, yo unido con el
universo,
directo sale fuerza...
sale fuerza
muy potente, yo permanezco vacío... tan sólo transmito fuerza... como si toda
la
energía del
universo se transmitiera a través de mi cuerpo a un punto del contrincante,
como
una bomba,
en ese momento de proyección de la energía, hay una expansión, una explosión de
la energía
del universo canalizada a través de mi cuerpo y conducida por la idea, es
espíritu a
través del
vacío... todo el cuerpo apunta a un
punto, no sólo el Tan Tien, no sólo la
línea que
armoniza
nariz, rodilla, cadera, mirada... sino todo el cuerpo... el cuerpo como una
idea o
concepto
global... todo el universo cae en un punto...
yo soy parte de todo y ese todo, apunta a
un
punto...
Este proceso
de evolución de la marcialidad es como una forma de Chi Kung a dos en
un contexto
de combate, es un trabajo de respiración que se nutre de la energía natural, y
es
un trabajo que va más allá de la respiración
abdominal y de la invertida... Nosotros hablamos
de Wu Xiang
que significa sin forma, pero que se desarrolla mediante el camino que lleva de
la forma
hasta la adquisición de habilidades que no precisan recurrir a las estructuras
de la
forma, pues
no sólo se han integrado, sino que el cuerpo puede llevar la energía mediante
la
idea , el
espíritu y el vacío... llegando a la sin forma... de “manera espontánea” porque
la
práctica con
sentido, comprendiendo la teoría, integrándola, ha dado por fin sus frutos: el
desarrollo
de la habilidad natural.
TRANSFORMAR
EL SENTIDO DEL CONFLICTO
Si se comprende bien el sentido de la defensa
desde el vacío, además de adquirir
recursos
para utilizar la fuerza del contrario, se produce también una redefinición del
sentido
del
combate.
El combate deja de ser una situación en la que
dos fuerzas se enfrentan, se buscan y se
desafían
mutuamente... El combate, entonces,
sirve para replantear y redefinir,
en sentido
extenso, la
idea de conflicto... sirve para
transformar, mediante la comprensión sensorial y la
mente
natural, el concepto de conflicto.
Este aspecto, bien desarrollado, puede llevar
al oponente incluso a la confusión. Es
decir, en
una situación de aprendizaje, el alumno, al sentir de verdad la inercia atrayente del
10
vacío, puede
llegar a pensar que su maestro no tiene
suficiente nivel de destreza marcial, que
no tiene
suficiente peng ching, cuando lo que sucede, en realidad, es que le está
mostrando un
nivel más
avanzado de habilidad donde no precisa utilizarlo, pues el dominio del vacío le
dota
de
suficientes recursos ante la fuerza tomada del propio contrincante.
SENTIR LA
ENERGÍA PARA TRANSFORMARLA: El Sentido Profundo de la Práctica
Si tenemos esta teoría interiorizada en
nuestra práctica, nunca tendremos una práctica
vacía de
sentido. Porque hay mucha gente que practica pero que su práctica está vacía.
Practican
pero en realidad, en el fondo, no están contentos, no están felices. Aunque hay
muchos
practicantes que se han pasado muchos años aprendiendo muchas formas, en el
fondo
de su
corazón, su práctica está muy vacía, no es plena, no hay verdadero
sentido. Cuando
vienen a
verme y yo les digo esto, por una parte
están muy tristes de constatar que una persona
les hable
con esta claridad, que una persona ponga sobre la mesa unos sentimientos que en
muchos casos
se escondían hasta a ellos mismos, se engañaban a sí mismos. Pero también, en
el fondo, se
alegran, dicen, de que el maestro les hablara con tanta sinceridad, porque
hablaba
verdad. En
el fondo de su corazón, sabían que las palabras del maestro eran verdaderas, no
eran
un crítica
vacía.
Yo tengo mucha experiencia, hay mucha gente
que de verdad es así, mucha gente.
Practicantes
de muchos años que se encuentran en esta
situación. Es una situación de ahora, de
este mundo, una
situación generalizada de la gente que practica Tai Chi. Al final llega un
momento en
el que no pueden llenar este vacío. Y lo disimulan con muchas copas, muchas
medallas,
campeonatos, premios, competiciones, combates... intentan llenar, tapar, negar este
vacío
interior de sentido de la práctica. Pero aún así, no consiguen llenar el vacío,
y no lo
consiguen
porque no tienen la teoría de la práctica, el sentido verdadero de la práctica.
Si no
tienen la
teoría, nunca pueden mantener la conciencia del Tai Chi. Nunca pueden tener
sentido,
sentir
verdadera felicidad mientras practican. No llegan a sentirse satisfechos con su
práctica,
con su
arte... porque ¿si el movimiento está vacío, cómo pueden mantener la sensación
de
satisfacción
y de felicidad mientras
practican?
Y si su
práctica está vacía, también lo está
parte de su
vida, del sentido de su vida,
desde el
momento que se han dedicado a
practicar
buscando algo y se han estancado
en el vacío,
continuando su práctica sin un
rumbo claro,
porque no hay una teoría
que indique
hacia dónde hay que dirigir el
sentido de
la práctica. Viven en una
situación en
la que se engañan a sí
mismos.
Si se practica un movimiento sin sentido, no
puede traerse la emoción a la practica. Si
uno practica
sin emoción, no puede transmitir la emoción a los demás.... pero sobre todo, si
no
tiene
emoción, a la larga, tampoco tendrá ánimo para seguir practicando... y si a
pesar de todo
ello,
continúa practicando por pura disciplina, sin sentido, en el fondo es una
práctica falsa,
hueca, hay
un nivel muy grande de engaño a uno mismo, porque en definitiva a quien más se
engaña,
siempre, es a uno mismo....
11
Esta situación, lejos de ser algo anecdótico,
en realidad le pasa a mucha gente, a
muchos practicantes
dentro del mundo del Tai Chi. Por eso, lo que yo quiero enseñar,
sobretodo,
la primera y más importante lección es, no te engañes a ti mismo.... no te
engañes a
ti mismo
respecto al verdadero sentido con el que practicas un movimiento, no te engañes
imaginando
de dónde viene la energía y cómo la
conduces... Nunca trabajes sin tener un
sentido del
movimiento. Aunque estés realizando un movimiento muy sencillo, relaja siempre
tus brazos,
levanta tus piernas. Sea cual sea el movimiento, siempre tienes que mantener el
sentido. Si
tú tienes el sentido, entonces, seguro que tu movimiento no se separa de tu
mente,
seguro
que puedes permanecer concentrado en la
ejecución del movimiento... así,
progresivamente,
poco a poco, podrás ir alargando en el
tiempo el estado de concentración, de
ejecución
del movimiento con verdadero sentido y de esta forma, tu cuerpo, de manera
automática,
avanzará, progresará...madurará la practica, transformará. En este momento, de
manera
automática, estaremos ya transformando nuestro cuerpo y nuestra mente.
Cada persona es diferente, cada maestro es
diferente y por lo tanto, tiene diferentes
experiencias
en el sentir de la energía y en la
manifestación de los movimientos. Esto
es lo que
ha dado
lugar, a lo largo del tiempo, al nacimiento de los diferentes estilos. Pero aunque haya
diferencias
externas en los movimientos, el origen de su energía, la teoría que respalda su
práctica, es
siempre la misma....
LA “MALA”
TRANSFORMACIÓN...
El Tai Chi
incluye entre su herencia, mucho conocimiento de la cultura antigua
china
sobre la
salud y el funcionamiento de la energía y de las emociones. Por ello, tiene
entre sus
preceptos
unas recomendaciones sobre las cualidades del buen practicante.
Para ser un
buen practicante, hay que ser generoso de actitud, compasivo. Si tienes esta
actitud de
base, es muy fácil no generar energía
negativa. Pero si no se tiene
esta actitud de
base, de
origen, es muy fácil que con la práctica y con los valores del mundo actual
occidental,
es muy fácil
caer en la dualidad de este mundo. Es muy fácil que el practicante se obsesione
en
su yo, con
su ego, y piense: “sólo para mí el conocimiento, el maestro, la fama, el
prestigio, el
logro”... y aunque se vista con una capa de bella
filosofía y bellas técnicas, es sólo una
cáscara... una cáscara que tapa y disfraza la
energía
negativa... Entonces, ¿que pasa?.
El
practicante
se vuelve falso, tóxico, egoísta,
quiere
vencer, ser superior a los compañeros,
aunque tenga
que lastimarlos, tiene una gran
necesidad de
competir con ellos, y finalmente,
competir
también con el maestro, necesita
afirmar su
superioridad ante quien sea ... a la
larga, con
esta actitud, todo el entorno del
practicante
se ve dañado, la gente cada vez
está más
confundida, la gente dice: no voy a
Tai Chi.
Esta actitud actúa de repelente, y los
compañeros y
los alumnos acaban pensando:
no voy a
hacer el camino del Tai Chi, de la meditación, del budismo o del taoísmo.... Es como
ser
católico, como sucedía antes aquí en
muchos entornos católicos... es una lástima....
Realmente no
es así, el Tai Chi no tiene nada que ver
con esto. Es una lástima que por una
poca gente
que actúa así, lleven a error a los demás y perjudiquen este conocimiento y
este
trabajo
interno, esta sabiduría, esta tradición de conocimiento....
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Me gustaría
contar cómo entrenar el camino del Tai Chi Chuan y la meditación...
Siempre con
respeto al linaje de antepasados nuestros del Tai Chi.... No importa que estilo
practiques,
de qué forma hablemos, lo importante es la Esencia del Tai Chi:
Primera
condición: en la meditación hay que adoptar una actitud compasiva y generosa.
¿Cómo se
consiguen estos valores?... Muy fácil. Nosotros estamos confundidos por los
malos
entendidos
de la ley del mundo, por los valores de la ley del mundo... Pensamos en
términos de
yo-él....
pensamos en términos de dualidad... Pero
tenemos que aprender a diferenciar la
dualidad de
la mente natural.... Si somos capaces de posicionarnos en la idea de mentalidad
natural, de
la mente natural, comprenderemos
que todos somos iguales, que en realidad no
hay
dualidad, no hay bueno o malo, feo o bonito,
no hay limpio o sucio. Comprenderemos que
esto sólo
sucede porque estamos demasiado apegados al cuerpo físico, y este apego, y la línea
de
pensamiento que genera, es el que crea los malos entendidos, las dualidades,
las oposiciones.
Si
recobramos el sentido de la mente natural, si nos posicionamos en la mente
natural, la
confusión
generada por la dualidad y los valores del mundo actual desparece, se
desdibuja, y se
ve con
claridad... la claridad crea la comprensión, ésta la generosidad y ésta a su vez, la
actitud
compasiva, incluso con aquellos que aún están confundidos, atrapados en el
contexto de
la dualidad
y la competencia-exclusividad.
¿Quién soy
yo? para el practicante que practica meditación el primer paso importante a
tener en
cuenta es este ¿quién soy yo?, ¿soy mi dualidad?... Soy vacío, mente natural
libre de
polaridades. Por lo tanto, el primer paso a tener en
cuenta es que el yo es vacío. Si el
practicante
no conoce esta teoría, no hay meditación...
El yo no es
nada, es vacío, es una cáscara, y si tu no rompes esa cáscara del yo, no se
puede
avanzar, no se puede practicar sobre la
meditación. ¿Entonces, donde está el yo
compasivo y
generoso? ¡Aquí está! Vacío no significa no hay nada. Vacío significa todo. Y
aunque la
dualidad de nuestra mente se manifieste de manera muy tangible durante el resto
del
tiempo en el
que no estamos meditando, debemos recordar que la esencia de la mente natural
es
como el
agua, como los diferentes estados del agua: hielo, vapor, humedad, líquido...
se
transforma
continuamente, pero en esencia
igual... Así un día entenderemos la
teoría y de esta
forma
,comprendiendo la teoría, no se engaña
uno mismo en la acción ... Con la teoría llega la
practica, y
con la práctica llega la acción.
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Es
importante no perder de vista este principio. Si nuestros antepasados no se
hubieran
decidido a
transmitir las enseñanzas, ¿cómo hubiésemos podido tener acceso a estos
conocimientos? Por ello, hay que respetar al linaje. Es como
respetar el árbol de raíz que nos
da la
fruta. Si los antepasados no hubieran
querido enseñar, no existiría este árbol de
conocimiento.
Es gracias a esta acción de dar, de generosidad, que hoy nosotros tenemos este
conocimiento
y generaciones de hombres practicantes han podido seguir con esta vía, con esta
actitud.... es la ley de causa-efecto... si tu haces al
revés, si tu rompes, si tu haces daño al árbol
de raíz de
la transmisión de enseñanzas, no vas a
poder recoger sus frutos... Nuestros
antepasados
fueron generosos para con nosotros, las generaciones futuras.
CAMINO DE LA
TRANSFORMACIÓN
¿Por qué es
tan importante sentir en la práctica del Tai Chi Chuan? Porque la
sensación es
el elemento guía que nos orienta y que, junto con la emoción, nos da
información
sobre
nuestra práctica, sobre qué es lo que debemos corregir y qué debemos
potenciar.
Precisamente
por eso, porque la interpretación de la sensación sólo se realiza en nuestro
interior,
hay que estar muy despierto, muy alerta y honesto con uno mismo, para poder evitar
el
autoengaño.
Si
practicamos con este objetivo, la sensación nos llevará a niveles de
experiencia y
conocimiento
más profundos y, de esta forma, estaremos transformando desde nuestra práctica,
sin importar
cuántos años hace que practicamos.
De otro
modo, pensamos que sólo con la acumulación de años de práctica, la repetición
y un poco de
suerte, lo conseguiremos. Pero no siempre es así. Sin orientación, sin entender
la
teoría, es
difícil llegar por uno mismo. Hay que estar muy despierto, muy despierto para
no
engañarse a
uno mismo, muy despierto para no dejarse influenciar por la experiencia de los
demás.
“La práctica
del Tai Chi tiene que servir
para estar
cada vez más
despiertos...
(pausa)
... y no más
tontos....(risas)”
M.
Tung Kuan Yen
Este
artículo ha sido extraído de unas charlas-conferencias impartidas por el
Maestro Tung Kuan Yen entre
Barcelona y Alicante (España) en Septiembre del 2009.
Edición del
texto: Patricia Bauli
Fotos: Archivo Maestro Tung Kuan Yen, Archivo Asociación Wu Xiang Tai Chi
Chuan, Cloud Gate Dance
Theatre e
imágenes de libre circulación en Internet.
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