No os quedéis detenidos, no os
quedéis detenidos en nada, dejad cada fenómeno a su realidad fugitiva. Así,
sentados, dejaos despojar de todo lo que oscurece la luz del corazón del
espíritu.
Abandonarse en la meditación
sentada, olvidarse en la meditación sentada, estar en plena absorción, íntima
con cada inspiración, cada espiración, íntima con la no-fijación del momento
presente, es morir a la consciencia de sí para renacer a la consciencia de ser.
Lo que es generador de angustia,
de resistencia para el sistema condicionado, es una fuente de tranquilidad, una
fuente de alegría para el corazón del espíritu.
No os mováis. Solamente escuchad.
Escuchad el silencio que está en el corazón de cada fenómeno.
Patrick
Pargnien. Grignols2012
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